Campos formativos
La Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoce la trascendencia formativa que se genera desde las disciplinas científicas, las toma en cuenta en sus seis fases de aprendizaje propuestas en el Plan de Estudio de Educación Preescolar, Primaria y Secundaria y las integra en cuatro campos formativos:
Lenguajes
Saberes y Pensamiento Científico
Ética, Naturaleza y Sociedades
De lo Humano y lo Comunitario
La intención del trabajo educativo por campos formativos responde a los planteamientos derivados de la pedagogía contemporánea y a la visión educativa de organismos internacionales, tal como la UNESCO, cuyas ideas proponen la integración de conocimientos disciplinares para responder a las dinámicas complejas bajo las cuales se vive la realidad, dicho con otras palabras, el abordaje por campos formativos remarca la necesidad global de la integración del currículum, bajo relaciones interdisciplinares que se dan en campos amplios de conocimiento que permitan la reflexión crítica de la realidad y apuesten hacia la transformación de ésta; a partir de un todo y no de forma aislada cuya forma no propicia la captación de los detalles en la infancia. La integración curricular por campos propone una ecología de saberes entre las disciplinas científicas y los conocimientos ancestrales y comunitarios, es decir, el encuentro y diálogo entre conocimientos disciplinares con otro tipo de saberes para así mismo, responder a las dinámicas de construcción de conocimiento contemporáneas.
En este sentido, un elemento que resalta en el proyecto curricular de la Nueva Escuela Mexicana es la integración curricular, la cual se sustenta a partir de tres elementos: los ejes articuladores, la lectura de la realidad plasmada en el programa analítico y los campos formativos. Contemplando estos tres elementos se busca tener una visión más compleja y completa de las realidades que se viven, considerando ámbitos de la vida cotidiana que suceden dentro y fuera de las aulas, con la intención de permitir el acceso a diversas formas significación, y potenciar la diversidad de verdades que responden a cada contexto desde los planos curricular y didáctico.
En este sentido, el currículo de la Nueva Escuela Mexicana está compuesto por Campos Formativos que permiten la interacción de conocimientos de diversas disciplinas y desde las cuales la realidad puede ser estudiada y comprendida, en miras de ser transformada. Uno de los desafíos de los campos formativos es evitar reducirse en sí mismos y entre disciplinas ya que se volvería a la fragmentación de los contenidos, y por lo tanto seccionando las realidades abordadas.
La aproximación al trabajo educativo desde los campos formativos permite el abordaje de los diferentes saberes y da espacio para la construcción del conocimiento dando cabida a las diferentes perspectivas de quienes forman parte de la comunidad escolar.
En este espacio de horizontalidad y de interdisciplina se construyen redes entre conceptos, prácticas y procedimientos que buscan que las y los NNA mexicanos puedan desarrollar una mirada crítica de las diversas realidades de las que forman parte.
Lenguajes
Desde el Plan de Estudios 2022 (SEP) se plantea que “los lenguajes son construcciones cognitivas, sociales y dinámicas que las personas utilizan desde su nacimiento para expresar, conocer, pensar, aprender, representar, comunicar, interpretar y nombrar el mundo, así como compartir necesidades, emociones, sentimientos, experiencias, ideas, significados, saberes y conocimientos; por tanto, los lenguajes permiten establecer vínculos que propicien la convivencia y la participación colaborativa a fin de comprender y atender situaciones que se presentan cotidianamente. Este campo formativo vincula procesos graduales de aprendizaje del español y lenguas indígenas, así como lenguajes artísticos e inglés como lengua extranjera y, en el caso de atención de personas con discapacidad auditiva, la Lengua de Señas Mexicana, estableciendo que el objeto de aprendizaje de este campo se constituye a partir de las experiencias y la interacción con el mundo a través del empleo de diferentes lenguajes.”
Saberes y pensamientos científicos
Desde el Plan de Estudios 2022 (SEP) se plantea que “el ser humano busca conocer todo aquello que lo rodea y que conforma su entorno natural y sociocultural a partir de su curiosidad e interés por explorarlo. Conforme niñas, niños y adolescentes interactúan con el mundo, desarrollan experiencias y construyen saberes que se amplían y diversifican, por lo que es importante reconocer que existen diferentes caminos para construir conocimientos, usarlos y compartirlos. El objeto de aprendizaje de este campo es la comprensión y explicación de los fenómenos y procesos naturales tales como cuerpo humano, seres vivos, materia, energía, salud, medio ambiente y tecnología, desde la perspectiva de diversos saberes y en su relación con lo social.”
De lo humano y lo comunitario
Desde el Plan de Estudios 2022 (SEP) se plantea que “este campo reconoce que el ser humano interactúa con su comunidad mediante un proceso dinámico y continuo de construcción personal y social, y de participación auténtica en un espacio donde toda persona en colectividad, desde sus primeros años, acceda a una vida digna, justa y solidaria, contribuyendo así al goce de un mayor bienestar. Por ello, su objeto de aprendizaje son experiencias cognitivas, motrices, socioafectivas y creativas que permitan a niñas, niños y adolescentes favorecer progresivamente la construcción de su identidad, el sentido de pertenencia a diversos grupos, la conciencia de interdependencia, la conexión emocional, y el compromiso ético para la satisfacción de necesidades humanas.”
Ética, Naturaleza y Sociedades
Desde el Plan de Estudios 2022 (SEP) se plantea que “Este campo aborda la relación del ser humano con la sociedad y la naturaleza desde la comprensión crítica de los procesos sociales, políticos, naturales y culturales en diversas comunidades situadas histórica y geográficamente; ofreciendo experiencias de aprendizaje para la construcción de una postura ética que impulse el desarrollo de una ciudadanía participativa, comunitaria, responsable y democrática. El campo enfatiza el reconocimiento y respeto a la dignidad y los derechos de todas las personas, independientemente de su origen étnico o nacional, el género, la edad, las distintas capacidades, la condición socioeconómica, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las identidades y orientaciones sexuales, el estado civil o cualquier otra manifestación de las diversidades, todas igualmente legítimas. Esto supone además que niñas, niños y adolescentes se responsabilicen sobre el impacto de sus acciones en los ámbitos personal, social y natural y contribuyan al bienestar común.”