Tercer grado
Colección Nanahuatzin: "Señor con el cuerpo llagado"
Pocas cosas, a lo largo del desarrollo de la humanidad, generaron tanta desconfianza como el saber erudito. Hoy, en lo que se ha llamado la “sociedad del conocimiento”, nos encontramos casi ahogados por una marea de información que nos abruma en diferentes medios; ante ello, surge una pregunta: ¿cómo sortearemos la tempestad?, ¿con una pequeña barca a la deriva, confiando su rumbo a los reflujos y a los vientos, o con una embarcación robusta que los confronte, que resista los huracanes y siga adelante por nuevos mares, nuevas experiencias y nuevas verdades?
La ciencia es impersonal, general, abstracta e insensible, en cambio, la vida es fugaz, palpitante, cargada de aspiraciones y necesidades y sufrimientos y alegrías; es la vida la que, espontáneamente, crea las cosas, por lo que ciencia y vida se complementan. Una vida sin ciencia es el triunfo de la oscuridad, la ignorancia y el salvajismo, una ciencia sin vida es el triunfo del despotismo, la tiranía y la injusticia.
El conocimiento siempre debe estar al servicio de la vida en comunidad y los saberes no deben acumularse por avaricia o mezquindad. Quien domina un área de estudio está moralmente obligado a compartir con todxs, sin importar la edad, preferencia sexual, cultura, condición económica, el género o grupo social, aquello que sabe porque el genio más aventajado no es más que el producto del trabajo comunitario de las generaciones pasadas y presentes; por ello, está en deuda con la sociedad. ¿Qué sería del mismo individuo genial de haber nacido en una isla desierta?, ¿en qué se hubiera convertido?
La leyenda dice que Nanahuatzin es el Sol que alumbra nuestros días. Fue el dios que dio luz a través de su sacrificio y quien, en su último acto de valía, demostró la osadía que hasta el cuerpo más humilde puede poseer. Su historia está inmortalizada por la memoria; el tiempo la ha cambiado, pero nunca lo ha olvidado a él. Nanahuatzin es un símbolo del astro solar que, con diferentes nombres, representa a las diversas culturas de México; es un dios atemporal indisoluble.
Miles de voces anónimas han capturado la esencia de los pueblos indígenas. Y, pasado el tiempo, el alma de estas expresiones e historias ha conservado las raíces de nuestros ancestros. Es decir, la más mínima palabra y hasta los símbolos e ídolos reavivan las brasas del pasado y manifiestan cómo ve el mundo cada pueblo y sus miembros.
Este compendio, consiste en una serie de artículos disciplinares que contribuirán a reforzar el trabajo en cada uno de los proyectos académicos que se ejecuten en la comunidad escolar, áulica o comunitaria.
La función de este compendio es fungir como material de consulta, el cual pueda fomentar la curiosidad y la investigación en los jóvenes de tercero de Secundaria, con el fin de complementar su conocimiento alrededor de lo que acontece en su entorno. Cada uno de los artículos en los que consiste esta colección, contribuye a que los proyectos que realizan los estudiantes sean enriquecidos y complementen de manera íntegra, el aprendizaje de cada alumno y alumna.
