Un libro sin recetas para la maestra y el maestro
Este material fue elaborado para acompañar a las maestras y los maestros en el acto educativo. Es una herramienta que presenta elementos pedagógicos en correspondencia con el Plan de Estudio de educación preescolar, primaria y secundaria y el programa de estudios, a partir del cual se plantean los cimientos teóricos de la Nueva Escuela Mexicana.
El Libro sin recetas para la maestra y el maestro aporta elementos conceptuales y metodológicos que llevan al docente a explorar posturas teóricas diversas propiciando la reflexión, el enriquecimiento, posicionamiento y vinculación de su práctica educativa con la comunidad con la intención de tener herramientas de trabajo para la transformación de la realidad. Además, ofrecer algunas orientaciones didácticas para el proceso de construcción del codiseño en el Programa analítico, que requiere de reflexión y asumirse el docente como agente autónomo en su actuar, a partir de la lectura de las realidades que apelan la especificidad de cada aula, cada escuela y cada comunidad.
Se confía en que Un libro sin recetas impacte a las maestras y maestros, de tal forma que, al ser sensible a las diversas realidades en las que desarrolla su práctica docente, asuma su papel como agente de cambio dentro y fuera del aula, a partir de la implementación de proyectos educativos centrados en la vida cotidiana, cuyo abordaje didáctico desde una perspectiva interdisciplinar permitan la “selección-generación” de estrategias de enseñanza y aprendizaje que contribuya a la transformación del entorno de las niñas, los niños, las familias y la comunidad.
Este material no se presenta como un libro de consulta, sino como un libro de acompañamiento y formación docente, pues no se pretende el desarrollo de conocimientos repetitivos, memorísticos y lineales en torno al acto educativo, sino que se busca que el docente, inspirado en pensadores mexicanos y latinoamericanos, explore nuevas maneras de educar para la emancipación. El trabajo con el material implica la lectura individual y la lectura reflexiva en colectivos docentes, de modo, que detonen procesos permanentes de discusión y diálogo en torno a las prácticas educativas y sus fundamentos pedagógicos.